viernes, 4 de diciembre de 2009

Trabajos para aprobar/subir nota


Mientras vuestro querido profesor se va a Madrid a pasar todo el puente de fiesta, comprando ropa, viendo musicales, bebiendo cada noche, estando todo un día en la Warner, disfrutando del ambiente navideño y haciendo cosas de mayores, vosotros tendréis que hacer los ejercicios que le corresponde a chavalitos de 1º de Bachillerato para poder subir nota. A saber:


- Comentario de la película "Germinal"
- Comentario del videoclip de Nach
- Hacer un trabajo de dos folios sobre la piratería en Somalia incidiendo en su origen, evolución, incidencia con España y su posible solución

POR SUPUESTO A MANO

Eso sí, disfrutar mucho del puente!!!!!!!

viernes, 20 de noviembre de 2009

Vosotros, jóvenes

No digo nada nuevo si digo que los jóvenes estamos (dejadme que me incluya jeje) mal vistos por la sociedad que nos rodea. La misma sociedad que nos ha educado, por cierto. Yo muchas veces salgo en defensa de los chavales de 16 o 17 años cuando escucho a la gente decir que son niñatos sin ningún tipo de preocupación más que la de beber alcohol. Ni se imaginan la cantidad de niñas guapas, inteligentes y responsables que conozco yo por aqui. Ni se plantean el hecho de que haya tios cuya inquietud va mucho más allá que la de una copa en Lidl. También los hay, por supuesto. Aunque estéis en la edad de echarle el pulso a la sociedad en la que vivis al abrigo de un frío botellón, eso no quita que me vengáis a la mente todos y cada uno de vosotros cuando leo artículos como éste, de Pérez Reverte. Leedlo. Sois vosotros.

Conozco, desde hace tiempo, a una señora que tiene a los niños criados y al marido ocupado en sus cosas, y la suerte, ella, de no tener que trabajar para ganarse la vida. Es una de esas mujeres afortunadas con posición económica cómoda, dentro de lo que cabe, que dispone de tiempo suficiente para dedicarlo a sí misma. Como todavía está de buen ver –fue muy guapa y todavía lo es–, no necesita dedicar horas a mantenerse en forma, pues tiene una forma estupenda. De maruja calza lo mínimo: no es de mucha tele –excepto los debates políticos, que se los zampa–, sino del tipo lectora. Devora libro tras libro; sobre todo, novelistas rusos y centroeuropeos, en ficción, e historia, ensayo y memorias sobre la primera mitad del XX. De bolcheviques, revoluciones y ocaso de la monarquía austrohúngara, entre otras cosas, sabe más que nadie. Disfruta con todo eso, sin otro objeto que el conocimiento en sí mismo. Saber y pensar. Ni se le ocurre escribir novelas, ni nada. Sólo tiene una profunda curiosidad por la vieja y zurcida Europa. Por comprender, a la luz de la memoria escrita y la cultura, el mundo que fue y el que es. El pasado que explica el presente y los seres que lo pueblan.

Tiene tiempo libre, como digo. Y hace un par de años, en vez de meterse en un gimnasio o estirarse la piel, decidió hacer una segunda carrera universitaria. Volver a las aulas, estudiar de nuevo, asistir a clases que abrieran nuevas puertas a sus ganas de saber, a su mirada curiosa y lúcida. Empezó temiendo ser la abuelita Paz de su clase, pero se integró bien. Intercambia apuntes, hace trabajos en común. El año pasado, estudiando como una leona, aprobó el primer curso de una carrera de humanidades. Está encantada. Feliz. Sobre todo, como ella dice, porque es maravilloso aprender sin otra ambición que el conocimiento. Y también porque, afirma, su respeto por los jóvenes es mayor desde que los trata cada día. Estamos equivocados con ellos, sostiene. La mayor parte de mis compañeros de clase son chicos cultos, de una tenacidad admirable. Con ganas de aprender. Con vocación, inteligencia y coraje. Nunca he vuelto a hablar despectivamente de un joven universitario desde que estoy de nuevo allí. Deberías decirlo en uno de tus artículos, Reverte. Es de justicia.

Porque sólo es otro mundo, afirma mi amiga. El que viene. Chicos orientados hacia una manera diferente de ver la vida, nacidos en un territorio hostil, más desesperanzado que el de sus padres y abuelos. Con un futuro incierto, peligroso. Pero eso no mata su entusiasmo. Es cierto que muchos llevan impresa la mirada del soldado perdido: de quien sabe que el combate tiene pocas posibilidades de victoria. Sin embargo, es admirable verlos levantar la mano en clase para plantear preguntas o iniciar una discusión; la energía valerosa con que defienden lo que creen saber y se adentran en lo que les interesa. Su tenacidad, su sensatez. Una chica con piercings y la tripa al aire, un pasota desastrado, pueden hacer de pronto una observación o formular una pregunta que te hacen mirarlos, asombrada. Fascina observar cómo se afirman intelectualmente, adentrándose en su vocación. En sus sueños. Y no creas que van engañados: saben lo que les espera. Perfectamente. Su generación creció con la certeza del paro irremediable, del triste paisaje que les dejamos como herencia. Y sin embargo, es conmovedor verlos perseverar, tenaces, en lo que les pide el cuerpo. Persiguiendo lo que aman. Estudian hermosas carreras, en apariencia inútiles, porque la utilidad que persiguen es otra. Va más allá del simple ganarse la vida.

Hay pedorros, claro. Muchos. Descerebrados e imbéciles. Simple carne de botellón: borregos listos para el matadero. Pero ésos siempre los hubo –haz memoria, Reverte–. En cuanto a mis actuales compañeros de clase, te sorprendería ver los libros que llevan, mezclados con los de Stieg Larsson y Ken Follet: clásicos griegos y latinos, o literatura de altísima calidad. Los hemos visto crecer pensando que son una generación irresponsable, analfabeta funcional, que poco sabe y menos quiere saber. Sin darnos cuenta de que las necesidades y el modo de aprender han cambiado, pero las ganas siguen. Si piensas en lo que a nuestra generación le enseñaron y lo que aprendió por su cuenta, comprenderás que es lo mismo. Estos chicos hacen idéntico esfuerzo al que hicimos nosotros; más admirable en su caso, pues ahora las interferencias son mayores. Los juzgamos con dureza al verlos todo el día con el ordenador y la tele, sin darnos cuenta de que ése es otro modo de formarse, que nosotros no tuvimos. Una herramienta útil, adecuada al tiempo que viven y a lo que les espera, que ellos manejan como nadie. Que los lleva más allá de donde a nosotros nos llevaban nuestros simples libros. Así que no te equivoques con ellos, amigo. Y deja de gruñir. Durante algún tiempo seguirá habiendo justos en Sodoma.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Lecturas del tema 4

Aquí os dejo tres lecturas con las que podéis cumplir la nómina de trabajos voluntarios. La primera, quizás demasiado densa, la segunda y la tercera, mucho más amenas. Si pincháis sobre ella, os lleva directamente al libro en Internet.

- El Manifiesto Comunista, de Marx y Engels
- Germinal, de Zola
- Los Miserables, de Victor Hugo

Germinal: una película sobre los cambios sociales del sglo XIX

Trabajo obligatorio: ver la película Germinal. Realizada en 1993, dirigida por Claude Berri y protagonizada, entre otros, por Gerard Depardieu. Se trata de una novela escrita por Zola y que relata la vida de unos mineros del siglo XIX. Es ideal para el tema que estamos viendo. Ya sabéis cómo me gusta a mi que hagáis este tipo de trabajos: a solas o en grupo, pero con foto que vía tuenti certifique que la habéis visto. Simplemente quiero que me digáis:

- Contexto histórico de la película
- Resumen de la película
- Análisis de los personajes
- Análisis de las clases sociales que protagonizan la película
- Valoración crítica de la obra

Sé que me agradecéis que me preocupe por vuestra formación. De nada.

Los cambios sociales

Empezamos el tema de los cambios sociales en el siglo XIX. Cómo veremos, nacen debido a la explotación que la burguesía ejercía sobre el proletariado, es decir, sobre los obreros. Estamos en pleno siglo XIX, época en que las primeras vanguardia artísticas están floreciendo y muchas de ellas, fotógrafas de la realidad, incluirán entre sus temas estos episoidos de reivindicación obrera. Aquí os dejo "Obreros" de Munch, una obra maestra del también autor de "El Grito". Os propongo un ejercicio: que me busquéis tres obras de arte relacionadas con el movimiento obrero y me las comentéis. Mandándomelas a mi correo, me vale.


Por otro lado, quiero que me dejéis en comentario tres hechos importantes del movimiento obrero español.

martes, 10 de noviembre de 2009

Música callejera

Para terminar el tema del Imperialismo, qué mejor forma que hacerlo con este espectacular montaje que circula por YouTube, una original versión del famoso "Stand by Me", un prodigio de Ben E. King y que si tenéis paciencia y disfrutáis del vídeo seguro que al final os termina sonando a todos. Pues bien, como veréis, el montaje recrea cómo artistas callejeros de todo el mundo recrean este tema. Interesante reflexión: una canción que rompe fronteras en todo el mundo y que al final termina siendo interpretada, magistralmente, por un sinfín de cantantes callejeros anónimos que nunca tendrán más honor que la de ser escuchados por cada uno de nosotros en cualquier momento. Merece la pena.

Vídeos sobre el Imperialismo

Aquí os dejo dos vídeos interesantes para comprender mejor el proceso imperialista en Asia y en África.